Chucrut o Col fermentada, una forma ancestral de consumir probióticos muy común en países centro europeos como Alemania, Polonia, Suiza, Rusia o Luxemburgo en este caso.

Se elabora mediante la fermentación de las hojas frescas de la col, haciendo uso de la sal marina y formando una salmuera natural con los propios jugos de la verdura. 

Algunos autores mencionan que la fermentación de la col se descubre accidentalmente durante los trabajos de la construcción de la Gran Muralla China (221 a. C.), siendo los obreros que trabajan en la muralla los primeros que comienzan a elaborarla.

En Europa los Romanos contribuyen a su expansión tras copiarlo de los pueblos bárbaros del norte de Europa. Las legiones romanas portaban cubas de madera que incluían esta fermentación de col con el objetivo de alimentarse durante largos periodos de tiempo, debido a que no necesitaba cocinarse y se conservaba bien durante los periodos de campaña.

Pero, ¿qué son los Probióticos?


Son microorganismos vivos, que si se administran en cantidades adecuadas, tienen efectos beneficiosos para la salud de quien los ingiere. Una vez colonizan nuestro intestino, trabajan junto a nuestra microbiota intestinal (conjunto de bacterias que forman nuestro intestino y que viven con nosotros). Es importante proteger nuestra microbiota intestinal ya que realiza funciones esenciales para la vida.


Y, ¿dónde podemos encontrarlos?


Están presentes en algunos alimentos fermentados como el chucrut o el kéfir y también en forma de complementos alimenticios. Para lograr efectos terapéuticos lo ideal es optar por productos supervisados por las autoridades sanitarias ya que los tipos de bacterias y las dosis que se administran estarán controladas.

Si queréis conocer más acerca de los probióticos estad atentos a nuestra próxima entrada donde explicaremos con detalle que son y por qué son tan importantes en nuestra salud.