La preparación física siempre ha sido parte importante dentro del deporte, pero hoy en día se ha convertido en el instrumento principal si queremos tener éxito o incluso llegar a rozar la élite deportiva.

En los deportes de equipo el objetivo primordial es el éxito del grupo y aunque a día de hoy en el alto rendimiento hay un gran grado de profesionalidad no es viable atender dentro de un club a cada deportista de forma individualizada. Son profesionales del mismo deporte pero de características muy distintas, en talla, peso, musculatura, habilidades o la función que tienen que cumplir dentro del juego. Si ponemos el ejemplo del Fútbol, un equipo está formado de 23/25 jugadores y en ocasiones más entre pruebas, idas y venidas, por lo que para un cuerpo técnico es muy complicado atender las necesidades de cada jugador.

El futuro es obvio y en ello la NBA nos lleva años de adelanto, siempre hemos dicho que el éxito de un equipo está en conseguir lo mejor de cada individuo, pero por alguna razón no lo llevamos a cabo. Cada jugador tiene unas capacidades y cualidades distintas y si queremos desarrollarlas debemos hacerlo de forma individual.

En Óptimo llevamos esa premisa al límite, estudiamos a nuestros deportistas, evaluamos su funcionamiento de manera exhaustiva, corregimos los déficits y puntos débiles que encontramos, y después… después sólo nos queda disfrutar, ellos en el campo y nosotros potenciando su rendimiento cada día un poco más.